La artista que elegí hoy me da
mucha pena y tristeza porque de verdad ella si se hubiera cuidado estaría aún
con nosotres. Hablo de Amy Whinehouse y
su canción You Know I’m No Good.
Me da una pena su vida, ella que
era tan linda, ella que la echaban de la sala por cantar, ella que su pasión
era la música, ella que estaba floreciendo, ella que podía tener a los mejores
músicos a sus pies para crear canciones exitosas.
Ella que vivió las adicciones en
todos los ámbitos, que le llegó todo de golpe, que era un diamante en bruto con
mucho más camino que recorrer.
Fue víctima del sistema que
abandona a niñas como Amy, con padres con problemas, separados y sin una guía para ayudarlos a enfrentar estas situaciones, ausentes y que no
le pusieron límites.
Y aunque los límites son una
lata, son necesarios, un ejemplo de no ponerse limites es Amy, que arrastraba
una bulimia desde la adolescencia y problemas de adicciones, autoestima, amores
tóxicos y soledad. La fama no ayudó mucho porque la llevó a un mundo abierto
lleno de poder, podía trabajar con cualquiera, con esa voz, si Sinatra hubiera
estado vivo hubiera cantando con ella, se los aseguro.
Y sus letras llevaban parte de su
historia y de las cosas que no sabía decir, ella no podía escribir de algo que
no vivió y su vida tormentosa se volvió su música. Reconocida en el mundo
entero Amy llegó a ganar 5 Grammys al hilo y uno de los premios era a Mejor
artista nueva. Fue un fenómeno.
Cantaba en bares desde los 15,
así que tenía calle, le gustaban los escenarios pequeños, los grandes
conciertos la agobiaban, hizo canciones que marcaron nuestros corazones, cuando
murió todos lloramos su adiós.
Tuvo el amor más tóxico de todos,
uno que le cobraba por cada beso, uno que la llevó a la perdición que le
presentó lo más bajo de las drogas, esas que te nublan, te vuelven zombie.
De ese amor tóxico nació Back to
Black. Con el Pelotudo ese de amor que tenía, se conocieron y flecharon,
engañaban a sus parejas, porque no podían separarse del amor que se tenían. Al
final terminaron con sus respectivas parejas y se volvieron una pareja jugosa,
si, daban jugo, dieron cualquier jugo, pobre Amy con la vida que le había
tocado y más encima se fija en un Pelotudo que la volvió a dejar por la ex. Amy
quedó devastada y vino borracha y se acostó con el mejor amigo del Pelotudo y
de ahí nació esta canción del día de hoy. Además que la letra es un potente
mensaje de que soy un desastre (pobre Amy era una pajarita rota) la música que
la acompaña es maravillosa, como empieza con esa batería y el bajo te mete
altiro en la onda de la canción y cuando aparece las trompetas estas en
éxtasis, me costó elegir una, pero esta fue mi decisión más por la composición
musical que por la letra.
La canción me hace pensar que la
pobre Amy no se quería o tenía muy poco amor propio, porque dice yo no soy
buena, soy problemática, que tuvo sexo por venganza “cuando estaba ahí con él
pensaba en ti” que triste, que no se lo pudo sacar ni de la cabeza. Sentir que
te caes una y otra vez con él y que por más tóxica que sea esta relación no
puedes salir de ella, estás atrapada, obsesionada pero no enamorada, eso
definitivamente no era amor.
Quizás a ella le hizo falta un
amor bueno que la estabilizara como una borracha promedio, que para justo
cuando sabe que va a dar jugo. Quizás si hubiera encontrado a alguien que la
quisiera de verdad, que la apoyara que creyera en ella no solo porque era una
estrella ya en tan poco tiempo, sino por ser ella una chica virgo, tímida,
única, dulce, pero con carácter, que siempre hizo lo que quiso hasta sus
últimos días.
Murió borracha, sobredosis de
alcohol que la dejó sin aliento, creo unos días atrás había hecho su último y
peor show de su vida, por supuesto bajo los efectos del maldito licor, el
alcohol no la dejó nunca en paz y se llevó a esta pajarita herida de amor y de
vida.
Y esa fue la tarde y la mañana
del vigésimo quinto día.
https://www.youtube.com/watch?v=b-I2s5zRbHg
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